jueves, 20 de junio de 2013

Crónica Motor Aventura 2013

El equipo de la aventura es la aventura asiste a Motor Aventura 2013, la segunda edición de este magnífico evento en Masía Pelarda.

El fin de semana del 14 al 16 de Junio se ha celebrado la segunda edición de Motor Aventura en las magníficas instalaciones de Masía Pelarda. Con el gran equipo de gente que lo organiza, la cantidad de expositores y actividades que organizan y la evidente coincidencia en cuanto a nombres con nosotros, la aventura es la aventura no podía dejar de estar presente, un año mas, en el evento.



Para estar en consonancia con el evento, que en este segundo año ha registrado un crecimiento de asistentes, tanto en público como en expositores, considerable, el equipo de la aventura es la aventura que hemos asistido este año también ha registrado un incremento en cuanto a número de miembros. Si bien el año pasado fuimos un coche con caravana y tres motos, este año, para variar, hemos ido en vehículos de cuatro ruedas. Pero ojo, no cualquier vehículo, ya que al coche con la caravana que ya estuvo en la edición anterior, se sumaron un Suzuki Grand Vitara y la gran estrella de la fiesta, nuestro Seat Marbella rojo, que ya acumula una participación en el Panda Raid 2011 y otra en la Maroc Challenge Spring Edition 2013.



Salimos de Madrid el viernes por la tarde, en dos tandas, primero el Marbella junto con el Grand Vitara, aunque, como era mas que previsible, a mitad de camino nos adelantaron nuestros amigos Paty e Isma con la caravana (el Marbella se desenvuelve bien fuera de la carretera, pero la velocidad en autopista deja un poco que desear). Un poco mas adelante, en Molina de Aragón, nos encontramos también con Chema, Dani y Pedro, de JMR Racing, que también asistían a Motor Aventura, aunque ellos por llevarnos la contraria habían elegido ir en moto. A estratosféricas velocidades de 100/105 kilómetros por hora, y para no perder las buenas costumbres, llegamos a Masia Pelarda anocheciendo, lo que hizo que tuviéramos que montar las tiendas como siempre casi sin luz. Menos mal que como ya habíamos hablado, nos habían guardado sitio al lado de la caravana, que empezaba a escasear debido a la enorme acogida que ha tenido Motor Aventura este año.

¿Nos quiere adelantar?

Una vez instalados, y después de ir a Puebla de Valverde a repostar para dejar ya los depósitos llenos para el día siguiente, cenamos y tomamos unas cervecitas para coger fuerzas para el sábado. El sábado nos levantamos bien pronto, en parte porque en las tiendas de campaña entraba bastante sol desde las ocho de la mañana, en parte porque los animales que tienen en Masia Pelarda no entienden de fines de semana (a los sonidos de los gallos, caballos se unió algún que otro oso que debía estar durmiendo en las tiendas de campaña) y también, porque a eso de las ocho y media comenzó la música por megafonía anunciando todas las actividades que se iban a ir desarrollando.

Las motos de Chema y Pedro

Tras desayunar tranquilamente decidimos ir a dar una vuelta por los circuitos de entrenamiento que durante el fin de semana estaban a nuestra disposición. Dadas las características del Marbella, fuimos a probar al circuito verde, a ver si era capaz de hacer las zonas siguiendo al Vitara ... ¡y vaya que si fue capaz! Después de subir y bajar algunas pendientes nos estaban animando hasta desde la megafonía de la organización ¡Menudo espectáculo! Alguna que otra trialera sencilla, zonas con barro, pequeños cruces de puente. Quizá no pasábamos las zonas de la forma mas elegante, puesto que teníamos que llevar cierta inercia y de vez en cuando se salían las marchas (en el momento mas inoportuno, claro está), pero completamos un par de vueltas al circuito a los mandos de Richi y Sergio, mientras Luis y Barbi hacían lo propio con el Vitara, calentando para el curso de 4x4 sostenible al que se habían apuntado, impartido por Chema Huete.



¡Que se come la puerta!


Un poco de exceso de gas...


¿David contra Goliat?

A media mañana, como el sol ya pegaba de lo lindo, fuimos a tomar un refrigerio y a continuación al curso. Por alguna razón de peso, Richi acabo montado en el coche de otro de los participantes en el curso, que acababa de poner unos amortiguadores nuevos y necesitaba probarlos con mas de 100 kilos en la parte trasera. Hay que colaborar como se pueda y ya sabéis que nosotros nos apuntamos a un bombardeo. Finalmente había bastante gente apuntada al curso, lo que iba a hacer que se acumularan demasiados coches en las zonas, y dado que estábamos todo el fin de semana, Luis y Bárbara decidieron hacerlo en otra tanda que se organizaría el día siguiente.

Bajamos del circuito donde se quedaron algunos participantes haciendo el curso y en la zona donde había varios stand de motos nos encontramos con Paco Martínez, al que ya habíamos saludado el año anterior, que estaba por allí junto con Jose Manuel Pellicer, y que por la tarde iba a presentar un vídeo de sus dos participaciones en el Dakar y a firmar ejemplares de su libro "Yo, Dakar". Como ya os contamos el año pasado, es un tío majísimo, y aprovechamos para hacerle un atraco a mano armada y pedirle que nos dejara hacerle una pequeña entrevista para el blog a lo que accedió encantado. Ahora solo quedaba preparar las preguntas, dado que nuestra experiencia como "periodistas" es nula (o al menos lo era hasta este fin de semana).

¡Ese Paco Martínez!
Como en estos eventos se solapan un montón de actividades a la vez, nos encontramos con Miguel Ángel Fernández, un gran fotógrafo del motor, al que conocimos en nuestra participación en el Panda Raid, y nos dijo que iban a presentar una prueba nueva y que si nos apetecía asistir. Por casualidades de la vida, y después de recorrernos toda la zona de expositores buscando la presentación, acabamos con Chema, Pedro y Dani en una presentación de Tripy, un sistema muy interesante que combina GPS y roadbook digital. Nos perdimos una presentación pero asistimos a otra muy interesante. Las gallinas que entran por las que van saliendo.

A estas alturas era ya cerca del mediodía, y decidimos tomarnos un descanso para comer y tomar algo fresquito, que ya apretaba bastante el calor. Estuvimos un ratito en la zona de acampada comentando batallitas con la gente de las parcelas vecinas, como suele ocurrir en estas ocasiones y cuando nos quisimos dar cuenta era la hora de irnos para el circuito de velocidad, ya que nos habíamos apuntado para las tandas de co-driving de la tarde. Cuando llegamos estaba allí Xavi Foj con su coche del Dakar y se nos pusieron los ojos como platos. No todos los días se tiene la ocasión de subir en un coche ganador del Dakar en la categoría T2, aunque como descubrimos rápidamente la gente que podía hacer el co-driving con él había sido elegida por sorteo. En cualquier caso había varios vehículos para elegir, desde un pick-up de la escuela de conducción de Masía Pelarda hasta el Volkswagen Golf  preparado que asistió con nosotros a la Maroc Challenge, pasando por buggies Polaris e incluso, un poco mas tarde un Mitsubitshi Evo. Probamos varios de ellos, algunos de nosotros dos tandas, y como siempre pasa en estos casos, alguno salio allí con las ganas de ampliar el parque móvil.

Sergio no sabía dónde sea había montado...
¡Patricia pidiendo que le diese fuerte!
¡Quiero uno!

Volvimos hacia la zona de acampada cuando, en un quiebro digno de Messi, Richi se desvío hacia la zona amarilla que habíamos visitado andando para empezar con el espectáculo de la tarde. Sin el apoyo del Vitara, y con Sergio en el asiento del copiloto llegaron a unas zonas de subida/bajada en las que había que atravesar un arroyo varias veces de ida y de vuelta. Para cuando Sergio quiso decir "vamos a asomarnos que eso parece muy hondo", Richi ya había metido el Marbella en el arroyo, pero no con la suficiente inercia para subir por el otro lado. Resultado, el Marbella metido en un charco de barro, que no quería salir ni para adelante ni para atrás. Mientras se sucedían los intentos infructuosos de trepar la trialera de salida, se iba acumulando la gente para ver a los "locos" del Panda, pensando que allí nos quedábamos. En un intento a la desesperada por salir marcha atrás, en el que casi conseguimos nuestro objetivo, aprovechando que teníamos todo el camino ya recorrido de bajada, dejamos caer el coche para que cogiera inercia y conseguimos salir por el lado que nos habíamos propuesto, ante los aplausos y la algarabía general. Por aquel entonces ya se había corrido la voz de que había una panda de locos con un panda dando vueltas por los circuitos, lo que nos hizo bastante populares.

Volvimos por una pista sencilla para no liarla mas, hasta la zona de acampada donde nos encontramos con el resto. Huelga decir el cachondeo que hubo al contar toda la historia, pero eso no fue mas que el comienzo. Fue entonces cuando ocurrió lo que tenía que ocurrir y en vez de recriminarnos, Luis dijo: ¡coño, volvemos con los dos coches!, y dicho y hecho, allá que nos fuimos todos a la zona amarilla a liarla parda. Llegamos a la zona donde previamente casi se queda el panda y pese a una escasa reticencia inicial, el Marbella acabo intentando la misma zona otra vez, eso sí, esta vez con la seguridad de llevar delante el Vitara por si nos tenía que sacar del atolladero (aunque esta vez no hizo falta). El revuelo fue descomunal, rodeados de un buen número de asistentes y de un fotógrafo de la organización que pensaba que llevábamos un panda 4x4. Cuando le dijimos que era un Marbella 4x2 alucinaba, y no tuvo más remedio que hacernos una sesión de fotos mientras nos tirábamos de un agujero del cauce del antiguo arroyo a otro.

¡Preparados para ir al ataque!
El Vitara primero...

El Marbella consiguió pasar las dos primeras uves a la primera, para jolgorio generalizado del personal, pero claro, nos vinimos arriba... y pasó lo que tenía que pasar. La tercera uve tenía una salida con mucha pendiente y grandes agujeros, de forma que no consiguió subir y se quedó en una situación muy complicada, que nos hizo engancharnos en unos arbustos al intentar bajar marcha atrás. Ahora sí estábamos atascados de verdad y no quedaba otra que eslingar. He aquí la secuencia...

Por un pelo...



Ya fuera de peligro.

Después de esto, decidimos que ya era suficiente y volvimos de nuevo por la pista paralela hasta la zona de acampada para dejar descansar a las máquinas y tomarnos unas merecidas cervezas mientras Sergio, Diana y Bárbara se fueron a hacer una entrevista a Rui Cabaco, organizador de la Maroc Challenge, que publicaremos más adelante. Pasamos el resto de la tarde charlando y contando nuestras batallitas hasta la hora de la cena, donde nos dimos cuenta de lo cansados que estábamos. Chema, Pedro y Dani se volvieron al hostal, otros se fueron a la cama y Richi, Sergio y Luis se fueron a tomar una copilla, ya que era difícil dormir con el "musicote" que producía la discomóvil que habían montado. Tras un par de copas y un buen rato de conversación con Miguel Ángel sobre su futuro en sus reportajes fotográficos de múltiples eventos por España y África, los últimos componentes del equipo se retiraron a dormir.

El domingo no teníamos muchos planes por hacer. Principalmente, Luis y Bárbara tenían que asistir a las diez  al curso de conducción 4x4 con Chema Huete que no pudieron realizar el día anterior. En principio era a las diez de la mañana, pero lo retrasaron hasta las once y media. Fue en ese rato de espera cuando, sorprendidos, escuchamos por el megáfono a Paco Martínez: "Chicos de la aventura es la aventura, que voy a poner el vídeo del Dakar, que vengáis". Ja, ja, ja, no nos lo podíamos creer. ¡Así que para allá que fuimos todos! La presentación estuvo muy interesante, excepto alguna pregunta fuera de lugar de algún asistente al final de la misma, pero en todos sitios siempre hay alguno que... bueno, eso es otro tema.

Después de la presentación, llegó la hora del curso. Afortunadamente, sólo fuimos dos coches, con lo que iba a ser mucho más ágil. Después de unas breves explicaciones de Chema, Bárbara se puso al volante, un poco nerviosa al principio, pero dejando muy alto el pabellón de la aventura es la aventura, puesto que el Suzuki Grand Vitara no es ni mucho menos el 4x4 más adecuado por altura y recorridos de suspensión. Después de un paso por un puente de madera y una bajada por un terraplén bastante importante, se enfrento a una trialera de bajada, cuya principal dificultar era no golpear los bajos del coche, realizándolo de forma impecable. Y encima con el apoyo de Paco Martínez y su chica Raquel, que vinieron a animarla. ¡Qué más se puede pedir!




Llegadas las dos aproximadamente, tuvimos que finalizar el curso pues cerraron las zonas para ir recogiendo. El fantástico fin de semana llegaba a su fin. Nos fuimos a comer a la caravana y con mucha pena por haberse terminado, recogimos las tiendas, tomamos un café en el restaurante y nos despedimos de todas las personas con las que hemos compartido este fantástico evento poniendo rumbo a Madrid en espera de la próxima edición, a la que seguro no faltaremos para contaros nuestras experiencias de nuevo. ¿Con qué vehículos asistiremos? Ni nosotros lo sabemos. ¡Hasta la próxima!

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